Una vez has adquirido tu producto, debes conservarlo en frío, ya sea en la nevera o en la despensa. Pero no es aconsejable consumirlo a bajas temperaturas. Para consumir el jamón envasado al vacío y disfrutar de todas sus propiedades aromáticas, es conveniente tener en cuenta unos consejos que te contamos a continuación.
Lo primero de todo es sacar los sobres con un par de horas de antelación si es posible. Esto dependerá también de la temperatura ambiente; si estamos en verano, puede que con solo media hora sea suficiente. Incluso si no hemos podido sacarlos con antelación, podemos sumergirlos en agua caliente unos segundos para que se atempere e incluso sude un poco y la grasa intramuscular aflore. Esto potenciará los aromas del jamón.
Una vez que el jamón loncheado se encuentra en su temperatura óptima (20-25 grados) podemos abrir el paquete. Es muy importante abrirlos 15 o 20 minutos antes de servir, para que el producto se oxigene. También esto facilitará el separado de las lonchas.
Después de todos estos trucos es el momento de separar loncha tras loncha y colocarla en el plato para disfrutar de este gran manjar.