Descripción
Una paleta de gran calidad garantizada gracias a una crianza en plena libertad en el Valle de los Pedroches y una alimentación a base de pienso, cereales.
Su proceso de curación tiene una duración mínima de 18 meses, y la garantía de que se cura exclusivamente con sal, a la forma tradicional. No se le añaden otros ingredientes para acelerar los procesos, lo que lo hace apto para personas que sufren alguna intolerancia, o para aquellas que desean una alimentación más saludable.
El proceso de curación comienza por el salado, colocándolas en pilas. Tras los días necesarios en salazón, se ponen en secaderos a una temperatura y humedad controlada, donde pasan los meses adecuados.
Una vez transcurrido el tiempo óptimo, se procede a colgar cada pieza en una bodega natural, donde pasará más de un año, pasando al menos un verano por ella, produciéndose las reacciones químicas en el interior de la pieza que le van a dar ese color, aroma y sabor tan característico. La ubicación de este tipo de bodegas es muy importante, estando situados en zonas de sierra donde en verano, los días son calurosos, pero no en exceso y las noches frías.
En el último paso, una mano experta calará la pieza para asegurarse de que está en su punto exacto de curación, garantizando así que puedas disfrutar en casa el sabor de la curación tradicional del Valle de los Pedroches.
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